Día 311. Cúmulos y otras hierbas.
A veces, sin darnos cuenta, el cielo se adorna de lúdicas nubes que alimentadas por el viento y sus corrientes invisibles, danzan e invaden todo el firmamento, vivas, inquietas…como el mar.
Así estaba el cielo antártico invitándonos a levantar la mirada, para simplemente, contemplar y explorar esas cambiantes formas cumuliformes en eterno movimiento.