Día 248. Antártica me celebra.
Un día como hoy, pero de 1970 di mi primer respiro… mis pulmones inhalaron, para esos años, un aire puro; salí de un mundo para entrar (comenzar) en otro. Cual eremita que ha estado enclaustrado en su cueva, sale al mundo exterior y sus ojos ven por vez primera, un espectáculo de luz y color inédito.
Hoy, después de 48 años, estoy respirando nuevamente este aire antártico puro, pero gélido, en una cueva congelada,- cual eremita…cual recién nacido-, que me protege del viento y frío, pero a la salida me muestra un mundo hermoso, colorido, vivo, desafiante que puedo acariciar y sentir no sólo a través de mis sentidos, si no también a través del corazón.