Día 45. Glaciar Collins.
Estar en frente de un Glaciar, realmente impresiona, quita el aliento, obnubila, te congela…
Contemplar al Collins, rodeado por los icebergs cual ejercito protege al castillo del invasor, fue una de las experiencias, hasta el momento, de las más intensas e inefables que he vivido en la Antártica.